20.9.10

Es así

No me despejo tanto como el cielo en verano. No me concentro como el que escribe una carta de amor, ni me tensiono como la madre que ve a su niño cruzar la avenida. No extraño como quien espera a quien nunca regresó, y no espero tanto porque mi vida tiene muchas direcciones. No regreso porque cuando vuelvo al mismo lugar ya no soy el mismo. No escribo de día porque al amanecer es cuando todo termina. No lloro, porque se supone que debo hacerlo, y entonces no puedo. No puedo decir siempre que no fue necesario que lo pida. No evito maldecir en casos como éste. No perdono de verdad. No soy tan libre como el ejemplo que no encuentro en mi cabeza, en donde están mis complejos, por eso no soy tan libre. No busco cuando encuentro. No hubiera buscado lo que encontré, ni idea. No amo tanto como digo cuando no lo digo tanto. No pertenezco a ningún lado más que al lugar en donde no estoy. No evito lo malo como el que tiene miedo. No soy tan dulce como cuando un niño te saluda con un beso, ni tan genial como cuando dice gracias. No soy tan fuerte como parezco. No me arrepiento de absolutamente nada y no tengo buena memoria. No me enamoro fácilmente y a veces miento. No soy tan sensible como el que recoge una flor del suelo. No soy tan hombre como para no ser humano. No vivo tan cerca de nada y tampoco evito maldecir en ocasiones como ésta. No me escondo de alguien a menos de que ese alguien se esconda de mí. No viajo para conocer un lugar, sino para estar ahí con alguien. No me enamoro más de dos veces a la vez y no de distintas personas, mucho menos de personas distintas. No doy más de lo que recibo, me es imposible recibir menos. No sé nadar pero floto y muevo bien los brazos. No siempre es que no sé cuando pregunto algo y no sé que más decir de lo que no. No tengo límites cuando siento y si, disfruto esto.

Adolfo Campos

No hay comentarios:

Publicar un comentario